Ajedrez heráldico con cartas y dados
AJEDREZ DEL REY BATALLADOR
Juegos heráldicos de ajedrez con cartas y dados

Ajedrez del Rey Batallador

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Variaciones sobre las piezas

A mediodía, el Rey vistió su armadura
y colocó a sus hombres en cuatro cuerpos
o escuadrones, lo que contribuyó a la victoria

José María Lacarra, Alfonso el Batallador

Rey Batallador

El Rey Batallador mueve y captura a cualquier distancia del tablero en diagonal, vertical u horizontal; es decir, como lo viene haciendo desde finales del siglo XV la Dama o Reina –pieza hasta entonces llamada Alfferza, Alférez o Portaestandarte–, que andaba paso a paso en diagonal.
Rey Batallador, de Leonor Solans
Rey Batallador. Óleo sobre tela, 100x73cm. Leonor Solans (2013).

Obviamente, a este Rey, tan rápido y fuerte, hay que imponerle alguna limitación sobre el tablero, pues de no hacerse así resultaría prácticamente invulnerable.

Al recibir jaque, el Rey Batallador, para rehuirlo, sólo puede mover a un paso o casilla en cualquier dirección, como el Rey Clásico, excepto si decide tomar por si mismo pieza, ya sea aquélla que le amenaza u otra.

En todo caso, en su siguiente turno de juego, recupera toda su fuerza de desplazamiento y de ataque; siempre, claro está, que no haya recibido un nuevo jaque.

Tal limitación es innecesaria, y por tanto opcional, cuando se juega con cartas o dados. Adviértase igualmente que, jugando con cartas, el jugador cuyo Rey, Clásico o Batallador, recibe jaque, puede –arriesgando mucho, y más si se juega con comodines, o haciendo de su necesidad audacia– sostener la amenaza especulando con la posibilidad de que se trate de un farol y su oponente no disponga de la carta necesaria para ejecutar la jugada de mate. Incluso se puede ganar –y desde luego perder– Rey contra Rey, frente a frente.

Alfiles y torres maniobran

Ejnar Kristensen propuso en 1948 variar el movimiento del Alfil de manera que este pueda desplazarse, sin captura, a un cuadro contiguo en derecho, maniobra que constituye una jugada y que permite al Alfil jugar por todas las diagonales del tablero.

Hemos probado esta variación, interesante en si misma, en el ajedrez con cartas y dados, y no dudamos en recomendarla, pues agiliza en mucho el juego de esta pieza, al tiempo que aumenta su potencia.

Esta capacidad de maniobra sin captura puede hacerse extensiva a la Torre respecto a las casillas diagonales adyacentes.

Movilidad del peón

En cuanto al Peón, y para evitar su inmovilización, entendemos que se le debe de facultar para andar y capturar como lo hace en la actualidad y, además, para desplazarse libremente a las dos casillas que ahora sólo puede ocupar mediante captura.

Yendo un poco mas lejos, proponemos que el Peón mueva a un paso en cualquier dirección y tome pieza en diagonal.

Si se opta por esta variación, es posible prescindir de su coronación o transformación en otra pieza al alcanzar la octava horizontal, pues su movimiento en todas las direcciones le permite seguir jugando como tal.

Asimismo, su doble paso al frente en la columna es facultativo en todo momento desde cualquier casilla de las líneas primera y segunda de su campo, aunque haya movido con anterioridad; como lo es en consecuencia su captura al paso por un peón enemigo en la jugada inmediata posterior.

Caballería ligera

El siempre peligroso Caballo se convierte en una pieza temible –¡más temible!– si se acuerda añadir a su peculiar movimiento el de desplazarse, sin captura y sin salto, a cualquier distancia tanto en derecho como en diagonal: una verdadera caballería ligera.
Ⓒ Ajedrez del Rey Batallador, 2013
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